Un patrimonio único declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO

El patrimonio de una ciudad constituye su alma, su identidad y configura la vida de quienes viven allí. El de La Chaux-de-Fonds, aunque a veces poco conocido, merece ser descubierto y admirado.

La Chaux-de-Fonds representa una joya arquitectónica y urbana única, inscrita en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO en 2009 junto con Le Locle, su ciudad hermana. Este reconocimiento internacional reconoce la planificación urbana relojera de La Chaux-de-Fonds, diseñada específicamente para apoyar el crecimiento de una industria relojera en auge en el siglo XIX. Lo que una vez fue un simple pueblo se ha convertido en una ciudad industrial donde cada calle cuenta una historia. Detrás de la apariencia discreta de sus fachadas, la ciudad revela una organización arquitectónica visionaria: el plano en cuadrícula armoniza edificios luminosos y talleres artesanales en un equilibrio perfecto entre vida residencial y actividad profesional. Cada edificio, cada calle, forma parte de esta sinfonía urbana, donde el saber relojero está inscrito en los cimientos de la ciudad. Este patrimonio es testimonio de un impresionante renacimiento tras el incendio de 1794, que permitió a La Chaux-de-Fonds reinventarse como ciudad modelo.

Nuestro patrimonio relojero, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es una puerta de entrada a siglos de experiencia e innovación.

¿Sabías?

El plano en cuadrícula de La Chaux-de-Fonds, diseñado para maximizar la luz en los talleres de relojería, es uno de los únicos ejemplos de planificación urbana industrial inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.

¡Tu nueva vida en La Chaux-de-Fonds comienza aquí!